lunes, 7 de diciembre de 2009

¡¡¡Retirad los cricifijos de todas las aulas!!!

Nuestro gran querido y aclamado presidente del gobierno D. Jose Luis Rodriguez Zapatero, prepara la última, aunque ladrada anticipadamente por sus perros para ver como está el pampaneo en la sociedad, y saber, hasta que punto le hace pupita o no le hace pupita la propuesta electoralmente, la retirada de los crucifijos de TODOS los colegios y centros de formación de España.
Estimados lectores la imposición de una ideología, sea la que sea, requiere una nula oposición, y de eso se trata, los católicos nos estamos convirtiendo en el grano en el trasero de nuestro presidente como sabueso de satanás, (recordemos que el gran reto de Satán es alejarnos de Dios), pues dicidme en qué se diferencia de Zapatero, y claro, los católicos, fieles a la voz del Papa y al mensaje verdadero de Dios, nos resistimos, es mas, nos movilizamos, es más, no le haremos caso, y si tenemos que hacer trampa la haremos. Porque no os creais que esto se para en el crucifijo de el aula, no, ese es el principio del intento de aniquilar cualquier rastro de la Iglesia católica en España, su objetivo, anular cualquier manifestación pública religiosa, es decir, belenes vivientes o no vivientes, procesiones, etc., a fuerza de ley.
Pero el problema es, que qué alternativa nos queda, el otro partido mayoritario, es decir la oposición, ¿Sería capaz de levantar esta losa que Zapatero está poniendo al catolicismo?, la respuesta os la dejo a vosotros, yo me la reservo, pero celebraría con gran entusiasmo y sorpresa esa decisión.
Amigos, sin el Catolicismo, el cristianismo mas acerbado, es decir la creencia en Cristo pero con todas las diferencias con la Iglesia Católica se hará dueño de España, patria del Cid y de los Reyes Católicos, y de tantos y tantos Santos y Mártires por Dios, en fin..., rezemos, rezemos...rezemos.

La sabiduría de la inocencia “Si no os hacéis como niños…”

Cada niño que nace en el mundo es una señal inequívoca de que Dios mantiene la esperanza en los hombres… La virtud de saber transmitir a los niños nuestra experiencia, es proporcional a nuestra disposición para aprender de su inocencia… ¡Qué atractiva, y a la vez, qué sorprendente nos resulta la sencillez de los niños! ¡Y qué vileza tan grande, el tomar excusa de su educación para violentar la inocencia de los pequeños! Nuestra cultura necesita urgentemente de los niños, porque pocas cosas hay tan falsas como una alegría sin inocencia…

Con frecuencia, los adultos no somos felices, a causa de nuestra excesiva complejidad. Necesitamos de la inocencia de los niños para conocernos a nosotros mismos, e incluso para llegar a conocer a Dios. Como decía San Bernardo: "El desconocimiento propio genera soberbia; pero el desconocimiento de Dios genera desesperación". Los niños son un buen espejo del Corazón de Dios, así como del corazón del hombre.

Me venían a la cabeza todos estos pensamientos, después de leer un “ppt” que llegaba a la “bandeja de entrada” de mi correo electrónico. (En medio de tantas frivolidades como circulan por Internet, solemos recibir también algunas perlas, de esas que ensanchan nuestro corazón y elevan nuestros horizontes). Se trataba de una conocida colección de cartas dirigidas a Jesús, que un profesor italiano había recogido de sus alumnos de Primaria. La forma de expresarse de estos niños destila sinceridad y pureza. Con ingenuidad y simpatía, nos aportan una dimensión más auténtica y profunda de la realidad.

¡Benditos sean esos maestros que llevan a los niños a descubrir en Jesucristo, a su mejor amigo! ¡Benditos sean esos niños que, en su inocencia, nos enseñan a los mayores a descubrir la sabiduría de la vida!

Ojos puros para reconocer la belleza: “Querido Niño Jesús: Yo creía que el naranja no pegaba con el morado. Pero luego he visto el atardecer que hiciste el martes. ¡Es genial!” (Eugenio)

Intuición para descubrir la fuente de la sabiduría: "Querido Jesús: Hemos estudiado que Tomás Edison descubrió la luz. Pero en la catequesis dicen que fuiste tú. Yo creo que te robó la idea”. (Daria)

Ser niño para bucear en el Corazón de Dios: “Querido Niño Jesús: Seguro que para ti es dificilísimo querer a todos en todo el mundo. En mi familia sólo somos cuatro y yo no lo consigo”. (Violeta)

Inocencia que cuestiona nuestros fundamentos: “Querido Jesús: ¿El Padre Mario es amigo tuyo, o sólo es un compañero del trabajo?” (Antonio)

La coherencia de los sencillos: “Querido Jesús: Ya no me he vuelto a sentir sola desde que he descubierto que existes”. (Nora)

La gratuidad de la amistad: “Querido Jesús: No creo que pueda haber un Dios mejor que tú. Bueno, quería que lo supieras… Pero no creas que te lo digo porque eres Dios, ¿eh?” (Valerio)

Afortunadamente, la iniciativa social ha conseguido que en España se comience a abordar el debate en torno a la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte. Los cristianos podemos y debemos contribuir con nuestro mensaje de fe en la vida, acompañado del compromiso solidario en las situaciones más difíciles. No en vano la “causa de la vida” es la “causa de Jesús”. Él no sólo nos invitó a amar a los niños, sino también a aprender de ellos: “Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: « Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él ». Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos” (Mc 10, 14-16). ¿Será por esto que se congregaron tantas familias y niños en la manifestación por la vida del 17-O en Madrid?

Jose Ignacio Munilla

Obispo de Palencia

«Ágora: Hipatia»

El cine es un maravilloso medio para contar la Historia, pero tiene sus limitaciones: a veces, las ambiciones excesivas pasan factura. Los realizadores de «El Código da Vinci» pretendieron convertir a Magdalena en diosa y se pasaron. Amenábar pretende, nada más y nada menos, contar una historia a partir de la cual «el mundo cambió para siempre». Y se ha vuelto a pasar cuatro pueblos más. La película tiene tantos mensajes ideológicos que es imposible meterlos en dos horas y, al mismo tiempo, mantener un ritmo entretenido, interesante y espectacular.


El cine requiere medir las secuencias, los silencios, los tránsitos y, sobre todo, un guión que mantenga la atención del espectador. Es una pena, porque la película contaba con todos los mimbres: un gran director, una generosa producción, una preciosa actriz, un maravilloso decorado y una perfecta ambientación. Pero lo que pretenden es inyectar en una pastilla los siguientes mensajes: primero, que las religiones generan odio y violencia. Segundo, que el cristianismo es la más talibán de todas y la que empezó. Tercero, que existen dos mundos, por una parte, el de la filosofía y la ciencia, contrapuesto e incompatible con el de la religión. Cuarto, que el cristianismo al principio fue misericordioso, pero la jerarquía eclesiástica y la Iglesia son por definición intolerantes y fundamentalistas. Y, sobre todo, hay dos mensajes más que son especialmente queridos por la película y por toda la explosión de libros y propaganda que estos días se vienen haciendo: el cristianismo es la causa de la caída del Imperio Romano y de la desaparición de la sabiduría grecolatina. Además, es el culpable de la subordinación y dominación de la mujer por parte del hombre. En fin, Alejandría e Hipatia son el símbolo de una civilización grecorromana basada en la filosofía, la ciencia y la libertad, hasta que llegó el cristianismo y comenzó la oscura Edad Media. Demasiado para una sola película. Y la cosa continúa porque, según declara el director, «es increíble cómo se parece a la situación actual».

¿Es casualidad que desde julio hasta el estreno de la película se hayan publicado más de cuatro biografías sobre Hipatia, paradigma de las cuales es la de Clelia Martínez Maza, financiada por la Dirección General de Ciencia y Tecnología? Más de 10 novelas, ejemplo de las cuales es la escrita por el hermano de Carmen Calvo, ex ministra de Cultura, además de multitud de estudios de historia sobre la época. Y todo ello con el mismo mensaje. Que todo salga al mismo tiempo no puede ser casualidad. Una vez más, nos encontramos con un ataque ideológico perfectamente orquestado, del cual, por cierto, Amenábar suele ser pistoletazo de salida, como lo fue en el caso de «Mar adentro» con la eutanasia.

Ahora la cosa va directamente contra la religión y particularmente contra el cristianismo. Lo malo de la trama que cuenta la película es que es mentira desde el principio hasta el final. Forma parte de la estrategia de reescribir la Historia a la que es tan aficionada nuestra izquierda. Hipatia no fue asesinada siendo una joven tan hermosa como Rachel Weisz, de 38 años, sino que murió en el año 415 y tenía 61. No fue famosa por sus dotes de astronomía por más que en la película se empeñen terca y cansadamente, atribuyéndole haberse adelantado a Kepler más de mil años; sino porque era una «divina filósofa» platónica, en palabras del obispo cristiano Sinesio de Cirene –única fuente coetánea que se conserva sobre ella–, a la que llama en sus cartas «madre, hermana, maestra, benefactora mía». El citado obispo, a quien en la película se le hace traidor y cómplice en el asesinato de la filósofa, murió dos años antes que ella, así que es imposible que tuviera nada que ver con su muerte. Ella fue virgen hasta el final, pero no vivió la castidad como ha dicho la protagonista, que se ha declarado feminista radical, «para ser igual que un hombre y poder ejercer una profesión con plena dedicación». Lo hizo porque, coherente con su filosofía, ejercía la Sofrosine, es decir el dominio de uno mismo a través de las virtudes entendidas como el control de los instintos y las pasiones.

Hipatia nunca fue directora de la Biblioteca de Alejandría, ni ésta fue destruida por los talibanes cristianos. La biblioteca fue incendiada por Julio César, saqueada junto con el resto de la ciudad por Aureliano en el año 273, y rematada por Diocleciano en 297. Es verdad que en el año 391 fue destruido lo que quedaba del templo del Serapeo después de la destrucción por los judíos en tiempos de Trajano, y también el repaso que le pegó Diocleciano, quien, para conmemorar la hazaña, puso allí su gran columna, razón por la cual los cristianos lo destruyeron, ya que él era el símbolo de las persecuciones que sufrieron durante trescientos años. Pero lo que allí quedaba de la biblioteca era tanto como lo que restaba en otros sitios. El paganismo siguió existiendo en Alejandría hasta que llegaron los árabes. Y el neoplatonismo siguió floreciendo, hasta que lo recuperó el renacimiento cristiano. Por cierto, que yo sepa, su más brillante exponente se llamaba San Agustín, coetáneo de Hipatia.


«Ágora: Cirilo» (y II)


La historia de Hipatia ha sido objeto de manipulación por todas las tendencias ideológicas, desde la Ilustración hasta el feminismo radical más reciente. Para algunos, como Voltaire, «desde la muerte de Hipatia hasta la Ilustración, Europa está sumida en la oscuridad; la Ilustración, al rebelarse contra la autoridad de la Iglesia, la revelación y los dogmas, vuelve a abrir la iluminación de la razón». En la última versión feminista de Úrsula Molinaro, Hipatia es la campeona del amor libre, a pesar de que en realidad era virgen. La conclusión es que de la verdadera historia de Hipatia se pasa a la leyenda de Hipatia, que se convierte en la leyenda del Crimen de Alejandría, cuyo protagonista principal es el obispo Cirilo.

La película de Amenábar recoge casi todos los ingredientes de esta leyenda: Hipatia es símbolo de mujer libre que representa el fin de la cultura grecolatina y el comienzo del oscurantismo cristiano, asesinada por unos fanáticos talibanes cristianos al mando del obispo Cirilo. ¿De dónde surge esta leyenda? El primero que narró el crimen fue Sócrates Escolástico en el siglo V, un letrado al servicio del patriarca de Constantinopla Néstorio, enemigo del patriarca de Alejandría Cirilo. Pero la atribución directa a este último de la autoría del asesinato fue cosa del escritor pagano Damascio, que escribió la «Vida de Isidoro», que es una apología del paganismo durante el final del siglo V y principios del VI.

No obstante, la auténtica leyenda surge con la obra de John Toland en 1720. Éste era un irlandés, hijo ilegítimo de un sacerdote católico, que se hizo protestante y posteriormente activo militante del ateísmo en la Gran Logia de Londres. Después vino Voltaire; después, el historiador Edward Gibbon, quien, para argumentar su tesis acerca de que el cristianismo es la causa interna de la decadencia del Imperio Romano, utiliza la leyenda de Hipatia y declara a Cirilo responsable de todos los conflictos que estallaron en Alejandría en el siglo V. Más tarde llegarán las versiones románticas de Leconte de Lisle y otros, y finalmente el feminismo radical, para el que Hipatia fue la primera mártir de la misoginia propia del cristianismo. Todos los autores citados, y alguno más, tienen una cosa en común: son masones reconocidos.

Una de las grandes mentiras de la historia que se quiere propagar es que la mujer fue libre en Grecia y en Roma hasta que llegó el cristianismo y la sometió la sujeción del hombre; a esta idea también contribuye la película. Lo cierto es que en Grecia la mujer era considerada una cosa más de la casa, y en Roma, no era una «sui iuris», es decir, titular de derechos, sino que era considerada «capiti diminutio», como un niño o un incapacitado y, por tanto, estaba sometida a la tutela o la «manus» del padre o del marido. Por el contrario, fue el cristianismo el que consideró al hombre y a la mujer iguales en naturaleza, pues ambos son hijos de Dios y hermanos en Cristo; y prueba de ello es que las primeras manifestaciones de mujeres libres autodeterminándose, pese a la voluntad de sus padres o del estado, fueron las primeras mártires cristianas víctimas de las persecuciones romanas, tales como Inés Ágata o Cecilia. Y precisamente la explicación fundamental en torno al odio a Cirilo está en esta cuestión. Independientemente de que la carta de San Pablo a Timoteo no refleja precisamente una visión emancipada de la mujer, no es creíble que Cirilo la impusiera como literalidad a cumplir, porque es precisamente Cirilo quien más ha exaltado en la historia de la humanidad la condición femenina, pues a él se debe la expresión «Theotokos», palabra griega que significa madre de Dios.

El personaje del que hablamos, al que la película presenta con caracteres parecidos a Bin Laden para luego dejar en letras la explicación de que a ese «energúmeno» que ustedes han visto la Iglesia católica lo hizo Santo y León XIII lo declaró doctor de la Iglesia, efectivamente es San Cirilo de Alejandría. Él fue el que derrotó a la herejía Nestoriana en el Concilio de Éfeso del 431. En esencia, la disputa consistía en si María era madre de Cristo o madre de Dios. De la respuesta a esta cuestión surge algo muy importante: la doble naturaleza divina y humana en una persona llamada Cristo. Cirilo consiguió que se convocase un concilio en Éfeso, puesto que era el lugar donde vivió sus últimos años la Virgen María, y logró que la Iglesia declarase el primer dogma mariano de la historia: María, Madre de Dios. Hasta aquel momento nadie en la historia había conseguido colocar a un ser humano mujer por encima de cualquier hombre. Éste es el personaje que en el fondo persigue la leyenda de Hipatia; curiosamente, Beltrand Rusell comienza su «Historia del pensamiento occidental» con una irónica semblanza de San Cirilo diciendo: «El motivo principal de su fama es el linchamiento de Hipatia». Todo esto huele excesivamente a podrido.


*Abogado del Estado (e

El aborto tiene muchos “cómplices”

Buscar titulares de impacto, suele tener el riesgo de la simplificación caricaturesca. Lo hemos comprobado en el modo en que nos fue servida la noticia de las declaraciones del Secretario de la Conferencia Episcopal Española, referente a la responsabilidad de los políticos católicos en la votación de la Ley del Aborto. Esa misma sensación la he tenido yo al leer en un titular, las siguientes palabras puestas en mis labios: “Quien apruebe la Ley del Aborto estará en situación de complicidad de asesinato”. Ciertamente…, es así… Pero, las afirmaciones tienen un contexto explicativo que no puede ser ignorado.

La mujer no es la única responsable

La doctrina moral católica aborda la cuestión de la responsabilidad moral en los actos en que hay una cooperación con el mal. La culpabilidad no recae exclusivamente en quien realiza materialmente el mal, sino también, en mayor o menor grado, en aquellos que han cooperado con él. En el caso del aborto: aquellos que han incitado, o incluso, presionado para que la mujer aborte; el médico y el personal sanitario que realiza la operación; el dueño de la clínica abortista que se enriquece con el “negocio”; la clase política que ha dado amparo legal a la eliminación de la vida inocente…

La responsabilidad moral del político

La vocación política tiene la finalidad de buscar el bien común, poniendo un especial énfasis en la defensa de los más débiles. Como es obvio, cualquier legislación proabortista es totalmente contradictoria con esta vocación política. Es un absurdo que existan más respaldos legales para acabar con la vida humana, que para ayudar a sacarla adelante.

Así se entienden las declaraciones que hemos realizado los obispos: Los políticos católicos que voten a favor de una ley del aborto, se colocan en una situación de total y abierta contradicción con su fe (además de legislar contra natura, esto es, de forma contraria a su propia vocación política).

Tampoco estará de más recordar que existe una complicidad por “omisión”, es decir, por dejación de las responsabilidades políticas. Me refiero al caso de aquellos que, aunque no voten a favor de una ley del aborto, no cumplen con su obligación moral de derogarla cuando posteriormente alcanzan el poder.

Acordémonos de Mandela

Sorprende comprobar las reacciones producidas ante este posicionamiento de la Iglesia. Parece como si el problema estribase en una agresión de la Iglesia hacia la clase política… Sin embargo, lo único cierto es que los agredidos son los niños a los que no se les permite ver la luz, por la única razón de que no son “deseados”.

No olvidemos que Mandela pasó veintisiete años en la cárcel porque pensaba (y no se callaba) que los negros son iguales que los blancos. Nosotros afirmamos que los niños que están en el seno de sus madres, tienen la misma dignidad que los que están fuera… No sé si tendrán que pasar otros veintisiete años para que una afirmación tan “atrevida” pueda ser expresada públicamente, sin caer por ello en el ostracismo…

¡¡Cómo nos duele a todos que nos recuerden nuestras responsabilidades morales!! Sin embargo, como dijo Jesucristo: “La Verdad nos hace libres”. Y yo añado: “¡aunque escueza!”.

Conocer la New Age

Desde hace treinta años se viene formando una ola cultural/filosófica/religiosa que pretende reaccionar contra el presente estado de la humanidad y empujar la humanidad hacia una nueva conciencia, hacia una nueva forma de ser espiritual. A esta ola le llamamos la Nueva Era (New Age) y, hoy por hoy, no hay ningún aspecto de nuestra vida que no ha sentido sus efectos de alguna forma.

Las ideas y los objetivos de la Nueva Era recogen elementos de las religiones orientales, el espiritismo, las terapias alternativas, la psicología trans-personal, la ecología profunda, la astrología, el gnosticismo y otras corrientes. Los mezcla y los comercializa de mil formas, proclamando el inicio de una nueva época para la humanidad. Pero, en el fondo, no parece ser más que otro intento vano del hombre de salvarse a sí mismo haciendo promesas que no puede cumplir y atribuyéndose poderes que no posee.


1. ¿La Nueva Era es una secta religiosa?

No. La Nueva Era no es una secta, ni una iglesia, ni una religión. Es una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado para cambiar el mundo según ciertas creencias que tienen en común. Pero no tiene jefe, ni reglas, ni doctrinas fijas, ni disciplina común.

2. ¿Por qué, entonces, se dice que es una "nueva religión"?

La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la creación, la vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia, etc... pero no es una religión. Toma diversos aspectos de muchas religiones y también de las ciencias y de la literatura y los mezcla con cierta originalidad para dar respuestas fantásticas a las preguntas más importantes de la vida humana. A veces inclusive usa un lenguaje cristiano para expresar ideas muy contrarias al cristianismo.

3. ¿Quiénes pertenecen a la Nueva Era?

Todo tipo de persona puede formar parte de la Nueva Era. Sus líderes y pensadores suelen ser gente de la "revolución contracultural" de los años 60 y 70 que rechazó los valores y los caminos religiosos tradicionales a favor del libertinaje, de la cultura de la droga, del amor libre y de los experimentos de las comunidades utópicas. Hoy sus ideas están tan difusas que gran número de personas las comparten sin un rechazo formal y evidente de su propia cultura o su estilo de vida.

4. ¿Qué cree la Nueva Era?

Lo típico de la Nueva Era es el espíritu de individualismo que permite a cada quien formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética. Pero hay algunas creencias comunes que casi todos los participantes de la Nueva Era comparten:

a) El mundo está por entrar en un período de paz y armonía mundial señalado por la astrología como "la era de acuario".

b) La "era de acuario" será fruto de una nueva conciencia en los hombres. Todas las terapias y técnicas de la Nueva Era pretenden crear esta conciencia y acelerar la venida de la era de acuario.

c) Por esta nueva conciencia el hombre se dará cuenta de sus poderes sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de sí mismo.

d) Cada hombre, por tanto, crea su propia verdad. No hay bien y mal, toda experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad.

e) El universo es un ser único y vivo en evolución hacia el pleno conocimiento de sí y el hombre es la manifestación de su auto-conciencia.

f) La naturaleza también forma parte del único ser cósmico y, por tanto, también participa de su divinidad. Todo es "dios" y "dios" está en todo.

g) Todas las religiones son iguales y, en el fondo, dicen lo mismo.

h) Hay "maestros" invisibles que se comunican con personas que ya han alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del cosmos.

i) Todos los hombres viven muchas vidas, se van reencarnando una y otra vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina del cosmos.

5. ¿Qué dicen los de la Nueva Era cuando uno les hace ver que estas creencias son pura fantasía?

Cuando alguien no acepta esta absurda visión de Dios, del hombre y del mundo, la Nueva Era le dice que su conciencia todavía no está iluminada y que su comprensión está condicionada por esquemas culturales que serán superados en la nueva era.

6. Pero ¿cómo esperan comprobar unas creencias que no corresponden en nada a la realidad?

Normalmente echan mano a testimonios de experiencias subjetivas personales que son tan imposibles de verificar como lo son de desmentir. A veces se apoyan en mitos o en leyendas de las tradiciones de los antiguos pueblos. A veces toman datos de las ciencias y los aplican a la vida espiritual del hombre como si las mismas leyes rigiesen en ambos mundos.

7. Si las cosas están así, ¿qué lugar hay en la Nueva Era para el Dios que se nos reveló en Jesucristo?

Ninguno, el Dios de la fe católica es una persona, el "dios" de la Nueva Era es una fuerza impersonal y anónima. El Dios de la fe católica es Creador de todo, pero no se identifica con nada de lo creado. El "dios" de la Nueva Era es la creación que poco a poco se va dando cuenta de sí mismo. El Dios de la fe católica es infinitamente superior al hombre, pero se inclina hacia él para entrar en amistad con él. El Dios de la fe católica juzgará a cada hombre según su respuesta a ese amor. El "dios" de la Nueva Era es el mismo hombre que está más allá del bien y del mal. En la Nueva Era el amor más alto es el amor a sí mismo.

8. ¿La Nueva Era dice algo de Jesucristo?

La Nueva Era dice que Jesucristo fue un maestro iluminado más entre muchos. Dice que la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres es que El se dio cuenta de su divinidad mientras la mayoría de los hombres todavía no la descubren. De esta forma la Nueva Era le quita a Jesucristo su carácter único e irrepetible de Hijo de Dios y ridiculizan el hecho de que Dios se hizo hombre para "salvarnos del pecado".

9. ¿Un católico puede aceptar la creencia en la reencarnación?

En absoluto. La reencarnación es la creencia en una cadena de regresos a esta vida bajo diverso aspecto corporal. Si fuera cierta, mi libertad sería inútil y mis decisiones, luchas, esfuerzos, sacrificios y sufrimientos en la vida no tendrían ningún valor, pues a fin y a cabo tendría que hacerlo todo de nuevo una y otra vez. Si la reencarnación fuera cierta, la pasión y muerte de Cristo no tendrían sentido y su resurrección no nos aseguraría la redención. La resurrección es la transformación definitiva del ser humano y la entrada a la eternidad. Se muere una sola vez y a la muerte sigue la resurrección y el juicio. Como dice San Pablo: "Si nuestra esperanza en Cristo es únicamente para esta vida, ¡somos los más miserables de entre los hombres!" (1 Cor 15,19).

10. ¿La Nueva Era no se confunde con el ecologismo?

No. El verdadero ecologismo busca conservar el planeta y respetar todas las formas de vida, especialmente la vida humana que tiene un valor muy superior a todas las demás ya que el hombre fue hecho "a imagen y semejanza de Dios". El ecologismo exagerado de la Nueva Era dice que el hombre vale lo mismo que una ballena o un monte o un árbol. Llega a considerar al hombre como el peor enemigo del planeta en vez de verle como su guardián y su dueño.

11. ¿Hay también una música que se dice "nueva era"?

Sí. La música "nueva era" se llama así porque se inspira en algunos temas de gran interés para la Nueva Era: la naturaleza, las religiones de los pueblos antiguos, las culturas orientales, etc... Suele ser música instrumental, mezclada con sonidos naturales, a veces muy repetitiva, otras veces sin melodía ninguna.

12. ¿Está mal escuchar esta música?

La música "nueva era" es como cualquier otra música: una combinación de sonidos más o menos agradable al oído. Lo que podría hacerla "mala" sería algún contenido dañoso (la letra) o algún uso irresponsable de la música (vg. para ayudar inducir un estado alterado de conciencia; para provocar sentimientos negativos, etc.).

13. ¿Por qué habla tanto la Nueva Era de "energía"?

Una de las ideas básicas de la Nueva Era es que toda la realidad visible, el hombre incluido, se reduce a una "energía cósmica". Según eso, mientras el cosmos esté en fase evolutiva, su energía se manifiesta de muchas formas: una piedra, el viento, la mente humana, etc... Supuestamente hay cosas, lugares y ejercicios que pueden aumentar nuestra capacidad y nuestro control de esta energía (vg. llevarse puesto un cristal de cuarzo, visitar una pirámide u otro lugar "sagrado" el día del equinoccio primaveral, realizar ciertas posturas del yoga, etc.).

14. ¿Los programas de control mental, sanación y auto-superación son un engaño?

Hay que ver y juzgar cada programa por separado. Pero algunos programas enseñan simples técnicas de relajamiento, concentración, memoria o fortalecimiento de la voluntad que producen resultados inmediatos en sus clientes. A estas técnicas, que no tienen nada de extraordinario, las revisten de un lenguaje pseudo-científico y las ponen como un gran descubrimiento o un secreto de la sabiduría antigua. Frecuentemente se pasa de una terapia psicológica o emocional al mundo espiritual, incorporando elementos del panteísmo, del gnosticismo o de la espiritualidad oriental sin prevenir al cliente. A los resultados más modestos en el campo humano se les atribuye un carácter sobrenatural. De ahí se convence al cliente de sus "poderes especiales", su "conciencia iluminada", o de cualquier cosa. Lo peor es que algunos de estos programas se presentan como un complemento excelente del cristianismo cuando, en el fondo, se basan en conceptos incompatibles con la fe católica.

15. ¿Las nuevas técnicas de meditación sirven?

La Nueva Era no tiene ningún reparo en mezclar formas religiosas de tradiciones muy diversas, aun cuando hay contradicciones de fondo. Hay que recordar que la oración cristiana se basa en la Palabra de Dios, se centra en la persona de Cristo, lleva al diálogo amoroso con Jesucristo y desemboca siempre en la caridad al prójimo. Las técnicas de concentración profunda y los métodos orientales de meditación encierran al sujeto en sí mismo, le impulsan hacia un absoluto impersonal o indefinido y hacen caso omiso del evangelio de Cristo.

16. ¿Y el yoga?

El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra "yoga" significa "unión". Habría qué preguntarnos: ¿unión con qué?

17. ¿Por qué la Nueva Era da tanta importancia a la astrología, al horóscopo, al tarot, al contacto con los espíritus, etc...?

Las antiguas técnicas de adivinación y el espiritismo siempre han provocado la curiosidad de la gente. La Nueva Era ha señalado un renacimiento del interés en el ocultismo, la magia, la astrología y las prácticas mediáticas. Son corrientes que pretenden dotar al hombre de poderes mentales y espirituales sobrenaturales y colocarlo como dueño absoluto de su propio destino. La Nueva Era borra las distinciones entre materia y espíritu, entre lo real y lo imaginario, entre lo posible y lo imposible. Pero ningún esfuerzo de la Nueva Era logrará conciliar el ocultismo, el esoterismo o el espiritismo con la fe y la vida del católico.

Sus promotores

De alguna forma se puede llamar promotores de la Nueva Era desde una brujita que hace limpias en la Pirámide del Sol en Teotihuacán hasta famosas personalidades en los medios de comunicación que se dedican a temas de esoterismo comercial y popular. Pero hay algunas organizaciones internacionales que también operan en Hispanoamérica.

Algunas de estas organizaciones son:

a) La Sociedad Teosófica: fundada en 1875 en Nueva York por la rusa Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), espiritista y médium. Su doctrina es una mezcla de espiritismo, ocultismo, principios gnósticos y espiritualidad oriental. Las creencias principales de la Sociedad incluyen la reencarnación, la comunicación con maestros desencarnados, el yoga, la astrología.

b) La Nueva Acrópolis: fundada en Argentina en 1957 por Jorge Angel Livraga. Es un grupo ocultista y gnóstico inspirado principalmente en los escritos de Blavatsky y una mezcla de los conceptos de pensadores antiguos. Sus miembros buscan un estado espiritual superior a través de sugestivas ceremonias de iniciación y la utilización de muchos símbolos y ritos típicos de grupos paramilitares.

c) Control Mental Silva: fundado en Laredo, Texas en 1966 por José Silva (n. 1914), consiste en cursos breves de técnicas de control interno y concentración por las que se busca controlar las ondas mentales hasta alcanzar la Sobre-Conciencia o el dominio total de sus estados mentales. El método contiene elementos de espiritismo y sutilmente lleva sus practicantes al panteísmo. Maneja muchos conceptos fundamentales de la Nueva Era y centra la esperanza de salvación en los poderes mentales del hombre. A pesar del hecho de que muchos de los maestros del método hablan un lenguaje "cristiano" y aseguran a sus clientes que el método les ayudará en su vida espiritual, hay elementos substanciales del programa incompatibles con la fe católica. Ultimamente la organización Silva en México se ha dedicado a recabar firmas de sacerdotes y monjas que aprueban el método para facilitar su promoción en ámbitos católicos.

d) La Meditación Trascendental: fundada en 1958 por Maharishi Mahesh Yogi en India pero no se popularizó hasta 1967, gracias a la publicidad ofrecida por los Beatles y otros artistas famosos de la contra-cultura de los años 60. En su doctrina, que nace del hinduismo, se busca la iluminación de la conciencia por la reflexión personal mediante la repetición de mantras (palabras sagradas) y ritos religiosos. Implícitos en las enseñanzas de la MT son el rechazo de doctrinas esenciales al cristianismo (un Dios personal, la Encarnación, la Resurrección, etc...) la veneración del Maharishi y del Guru Dev como santos y mensajeros divinos.

e) La Gran Fraternidad Universal: fundada en 1948 en Caracas por el francés Serge Reynald de la Ferriére (1916-1962), quien era muy activo con grupos de teosofía, astrología y la masonería. Su doctrina se basa en prácticas astrológicas, esotéricas y ocultistas, y afirma que todas las religiones son iguales, aunque favorece creencias y prácticas hindúes. Presenta un sincretismo religioso que apela a una ciencia superior que es la verdadera base de toda religión.

f) La Iglesia de Cienciología / Dianética: fundada por L. Ron Hubbard (1911-1986), novelista de ciencia-ficción que en 1950 publicó Dianética: La ciencia moderna de la salud mental, un manual de autoconocimiento y desarrollo de potencialidad humana basada en el análisis de experiencias previas al nacimiento.

Las asociaciones de médicos más prestigiosas de los EE.UU. han condenado repetidamente las teorías y las terapias de la Dianética como totalmente carentes de base científica y dañosa para la salud mental. Su teoría es que todos los males humanos son causados por "engramas" o cargas negativas que se graban en lo inconsciente del hombre y provocan estragos continuos.

Para librarse hace falta una "audición" de parte de un experto que recomendará una serie de cursos que supuestamente llevará al cliente al estado de "claro" o libre de "engramas". La reencarnación y las experiencias extra-corporales forman parte de la doctrina de la secta. Hubbard también tiene escritos que atacan duramente al cristianismo.

La Iglesia de Cienciología ha sido definida como una secta destructiva y belicosa y sostiene muchas asociaciones de carácter social y humanitario para lograr mayor aceptación en la sociedad, por ejemplo: Narcanon y la Comisión Ciudadana de los Derechos Humanos.

Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera
Publicado en la revista "Arbil"