viernes, 7 de marzo de 2008

El Sacrificio y la Persecución


"No podemos esperar llegar al cielo en camas muelles y cuando nos apetezca. Éste no es el camino, pues nuestro Señor llegó a través de grandes dolores y sufrimientos. Y el siervo no debe esperar encontrarse en una situación más favorable que su Señor..... Pero si llegáis a vivir tiempos en los que nadie os dé buenos consejos ni buen ejemplo, en los que veáis cómo se castiga la virtud y se recompensa el vicio, si entonces permanecéis firmes y seguís siendo fieles a Dios, por mi vida os digo que seréis considerados justos..., aunque sólo fueseis justos a medias"

Santo Tomás Moro

Amigos que gran reflexión. Cuando en esta, nuestra sociedad, se está inculcando a toda persona viviente que el sacrificio es negativo, que el sacrificio es el obstáculo a evitar, cuando se predica que el sacrificio no lleva a ningún sitio bueno, solamente al dolor. Amigos cuando aprenderemos la lección de nuestro Señor, que solamente por medio de su Pasión redimió al mundo, la remisión mas gloriosa con la Pasión mas intensa. ¿Acaso una buena carrera no cuesta sacrificio sacarla, acaso cosechar buen fruto de un terreno no cuesta esfuerzo del agricultor, acaso se endereza un hierro para su uso sin ningún esfuerzo?, Amigos creo que no, creo que si se quiere conseguir algo valioso, nos costará un esfuerzo importante, pero si lo que queremos conseguir es el cielo, nos costará mucho más. Querido amigos, el educar a nuestro hijo en el esfuerzo, en la responsabilidad, en el sacrificio hace que ese niño valore más cada juguete que posee, cada minuto que vive, cada metro que ocupa, y haremos de él una persona con unos valores encomiables.

Amigos creo que desde que el mundo es mundo, siempre ha existido esa incomprensión por parte del mundo terreno, al resto del mundo con fe. La gracia es un don que nuestro Padre nos regala, y la gracia para el que no la tiene, es difícil de comprender, es más, creo que a veces sin mala intención las personas que carecen de ese don, nos ponen obstáculos para llevar a cabo nuestra misión, pero debemos entender que para ellos no es normal que nosotros creamos que debemos actuar así. También creo que el punto extremo del asunto al cual se refiere Santo Tomás Moro, desgraciadamente, lo tenemos hoy en día en el ambiente, lo normal hoy es no pensar, no hacerse preguntas trascendentales, lo normal hoy es emborracharse con 16 años los sábados por la noche, lo anormal hoy en día es ir a Misa los domingos por la mañana, lo normal hoy es pensar en ganar más dinero para comprarme mas cosas, lo anormal hoy en día es ser consecuente con lo que a uno le sobra, lo normal es no creer en nada, porque si se cree, se te exige un modo de comportamiento coherente con lo que crees, mientras que si no crees no tienes obligación de nada, lo anormal hoy en día es creer en un Dios-Padre, que dio a su propio hijo en sacrificio por nuestra salvación, y en consecuencia ese AMOR PERFECTO que Dios es y que Dios nos da, debemos buscarlo, ya no por reciprocidad, sino porque todos, absolutamente todos buscamos ese amor, pues de él estamos hechos, seamos conscientes de ello o no. En definitiva los que queremos ser fieles a Dios somos ANORMALES, por no decir cosas peores que nos llaman por la calle, y renunciar a Dios, al amor, al sacrificio, es lo normal, lo que se lleva. Les pasó a los primeros Cristianos, en el alto renacimiento, en la revolución francesa, y todavía esto no ha parado, solamente hay un periodo y un lugar donde esto no pasaba, era en la edad media, en Europa, pero eso acabó.


Juan Antonio López

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