¿Vivimos pensando en la vida eterna?

Queridos amigos, “los seres humanos vivimos”, esta frase parece vacía no, los que la lean pensarán , - si ¿pero……?-, falta la esencia de la frase, no es cierto, pues la vida es igual que esta frase, la vida sin su trascendencia, es como esa frase, vacía, sin sentido, no podemos vivir la vida y no preguntarnos, el por qué la vivimos, ni para qué la vivimos, es un poco de personas vacías vivir por vivir, y vivir para vivir, carecería de sentido entonces la vida, pues hasta de vivir de la mejor manera, pero sin sentido, se cansa uno al no encontrarle importancia a la vida.

Bien pues, dando un paso mas adelante, y pensando en todos los católicos, en todos los que creen en el sentido transcendental de la vida, etc., les hago esta pregunta, ¿VIVIMOS ESTA VIDA PENSANDO QUE DESPUÉS TENEMOS TODA LA ETERNIDAD COMO RECOMPENSA O CASTIGO?.

La vida eterna nos llega después de la muerte, y dependiendo de nuestra fidelidad a nuestro Señor a lo largo de nuestros días, estaremos eternamente a su lado, o le daremos la espalda eternamente, y digo bien, le daremos la espalda, pues somos nosotros los que con nuestros actos decidimos nuestro lugar en la eternidad, nos salvamos eternamente o nos condenamos eternamente.

Jesús con su muerte y su resurrección, nos concede la oportunidad de reconciliarnos con el Padre EN VIDA, y volver a su lado, cosa que una vez muertos ya no hay marcha atrás, en el momento de la muerte se nos juzgará sobre nuestra vida terrena, y eso decidirá la eternidad, hemos pensado alguna vez la transcendencia de nuestra vida, somos conscientes hacia donde nos pueden conducir nuestros actos, pues por ellos seremos juzgados en el juicio particular.

Yo creo que si de 7000 millones de personas que tiene el mundo, 1000 millones actuásemos siendo conscientes en todo momento de la importancia de nuestra vida, de para qué estamos aquí, y lo que nos jugamos, el mundo sería distinto, por eso amigos míos, admiro tanto a los mártires, pues muchos de ellos sacrificaron tal vez 50 años de vida que les quedaba por delante, por toda la eternidad, es decir, prefirieron perder una vida terrena siendo infieles a Dios durante x años, por obtener eternamente el amor de Dios, ellos sí eran conscientes de lo que supone la eternidad.

Por eso yo desde aquí os animo a que vivamos cada momento pensando que de él depende nuestra amistad con Dios, pues pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo para hacer las cosas como Dios manda, o para rectificar, pero despertemos, nunca sabremos cuando llegará nuestra hora, y cada día es una oportunidad que Dios nos da para reconciliarnos con él.